Las plagas son aquellas especies que afectan a la salud de los habitantes, la ecología, la economía, etc. y desde la antigüedad el ser humano ha buscado un método de control de plagas eficiente.

Históricamente el control de plagas estuvo ligado principalmente a la agricultura. Para maximizar la producción de alimentos era necesario proteger los cultivos, tanto de otras plantas competidoras como de animales herbívoros, así como de insectos que podían afectar a las cosechas o a la calidad de las mismas.

El control de plagas surgió principalmente para proteger los cultivos agrícolas.

Tradicionalmente se controlaban las plagas mediante el control químico. Los chinos y los egipcios, por ejemplo, ya utilizaban productos químicos para controlar insectos y otras plagas. De hecho hace miles de años, los sumerios empleaban azufre para controlar algunos insectos.

Pero no fue hasta la industrialización, en los siglos XVIII y XIX, que los sistemas de control utilizados fueron los productos químicos. En el siglo XX con el DDT y los herbicidas, el uso de productos químicos para el control de las plagas se extendió considerablemente.

La llegada de un control de plagas eficiente.

Hoy en día el uso de productos químicos para el control de las plagas está siendo reemplazado por un nuevo enfoque: “manejo integrado de plagas“, o “gestión integrada de plagas”. Enfatiza el uso de prácticas preventivas, simples y económicas, que ocasionen el menor daño a personas y medioambiente.

El método se basa principalmente en eliminar las plagas minimizando su acceso a alimento, agua y refugios. Un ejemplo de modernidad es el Reino Unido, donde se tiene en cuenta el bienestar animal, control de plagas humanitario, y la disuasión. Se considera preferible hacer uso de la psicología animal que de la destrucción.

Referencias:

Información: https://es.wikipedia.org/wiki/Control_de_plagas
Imagen: http://www.aula365.com/post/nacimiento-agricultura/